Cuando la filosofía se centró en el
problema del conocimiento, es decir, en la tarea de obtener conocimientos
fiables acerca de la realidad, se empezó a prestar atención a la cuestión del
método. Esta preocupación por lo metodológico condujo a la afirmación de que
había dos tipos de métodos.
El primero de ellos es el método inductivo. El filósofo inglés Francis
Bacon (1561-1626) fue quien lo estu dió minuciosamente proponiéndolo para
todas las ciencias. El método inductivo intenta ordenar la
observación tratando de extraer conclusiones de carácter universal desde la
acumulación de datos particulares. Así, Bacon proponía un camino que
condujera desde cientos y miles de casos individuales observados hasta el
enunciado de grandes leyes y teorías de carácter general, por lo que el
conocimiento tendría una estructura de pirámide: una amplia base cimentada en
la observación pura hasta la cúspide, en donde colocaríamos las conclusiones de
carácter general y teórico.
En el método inductivo los pasos que hay que dar son:
·
Observación y registro de los hechos.
·
Análisis y clasificación de los hechos.
·
Derivación inductiva de una generalización a
partir de los hechos.
El siguiente esquema muestra los pasos del método inductivo:
¿Y el método deductivo? El método deductivo estaba vinculado
históricamente a las ciencias formales: a la lógica, las matemáticas y la
geometría.
Así funciona el método deductivo: a partir de principios generales
y, con la ayuda de una serie de reglas de inferencia, se demuestran unos
teoremas o principios secundarios.
El siguiente esquema muestra el funcionamiento del método
deductivo:
Las ventajas del método deductivo se
cifran sobre todo en el rigor y la certeza: podemos estar seguros de que, si
las premisas o principios generales son verdaderos, entonces los teoremas o
conclusiones también lo son. Un ejemplo clásico, procedente de la lógica
aristotélica, sería el siguiente silogismo o razonamiento:
Todos los seres humanos son mortales.
Sócrates es un ser humano.
En consecuencia, Sócrates es mortal.
En consecuencia, Sócrates es mortal.
Si consideramos que las dos premisas son
verdaderas, tenemos que admitir forzosamente que la conclusión lo es. No
obstante, el método deductivo, pese a su rigor, tiene un serio
inconveniente: no nos proporciona información nueva acerca de los hechos.
Si te fijas bien, la conclusión (Sócrates es mortal) no agrega más información
que la que está enunciada en las premisas. El método deductivo es, pues, un
método formal, es decir, un método que afecta a la forma de los razonamientos,
no al contenido. De ahí que su esfera de aplicación la constituyan las
ciencias formales, pero sea insuficiente como método para las ciencias
naturales.
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